Hace algunos años era común tener una cita con el fotógrafo para hacerse un retrato, esa costumbre se ha ido perdiendo por la rapidez del mundo actual, por la inmediatez de las imágenes. Mi idea es volver a ese ritual, de hacerse un retrato clásico, de tener un espacio para posar y tener una imagen única que refleje lo que somos hoy en día.